Abril es un mes que mueve a reflexión. Epoca de pobladas y revolución. Intervención militar norteamericana, Semana Santa y lucha por el retorno de la constitucionalidad. Se pierde en el recuerdo abril, y hace pensar en el estribillo de una canción: acuérdate de abril….
La historia no se repite, sino que los hechos quedan inconclusos y siguen martillando en la conciencia nacional. Cada momento es parte de una coyuntura determinada, con nuevos protagonistas y consignas rejuvenecidas.
La vuelta a la Constitución fue un estribillo que no se pudo cumplir. Hoy hay una Constitución firme, pero aún así muchos han querido, y lo han logrado en parte, hacerle remiendos de ocasión. Para algunos dirigentes políticos la Constitución es un traje hecho a la medida.
Los estertores de la revolución de abril dieron paso a la intervención militar de los Estados Unidos, y a los doce años del doctor Joaquín Balaguer. Abril del 65 no logró sus objetivos, y el país vivió momentos difíciles en la era balaguerista.
Las nuevas generaciones deben estudiar un fenómeno social que tiene sesenta años. Los que nacieron cuando se peleaba, hoy tienen esa edad. Un hecho para el recuerdo y una advertencia permanente de que no se puede violar la Constitución, ni hacerle cambios antojadizos.
Para mantenerse en el poder hay gobernantes que fracasaron en su intento de hacer enmiendas a la Carta Magna. El pueblo quiere una Constitución blindada, a prueba de los caprichos de los políticos.
Es un abril añejo que todos debemos recordar. El fracasado intento de golpe de Estado militar germinó en la revolución de abril. Mártires olvidados por los años, pero hechos que abrieron el camino a las libertades que hoy conocemos.
Abril también fue época de poblada. Estallido popular debido a los aumentos escalonados en los precios de artículos de primera necesidad. Final de una Semana Santa que no terminó con el dejar pasar y dejar hacer. Protesta popular ahogada en sangre y muerte. Los hechos de 1985 se pierden en la bruma del tiempo.
En la meditación de estos días obligatoriamente entra en los recuerdos el acorralamiento a la población con un aumento sostenido de artículos de primera necesidad. Estamos en otra época y otras circunstancias, pero si es necesario meditar hacia donde pueden ir acciones insensatas y abusivas.
Saludar y recordar a dos hechos históricos del siglo 20, olvidados en un ahora donde el inmediatismo solo exige estar listo para vivir el día a día y enhebrar, si se puede y hay fuerzas, un mejor futuro.
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