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El presidente Abinader logró en el 2024 “su Constitución” en un segundo gobierno que promete avanzar en metro, monorriel y otras obras que identifiquen su legado

República Dominicana.-Para el presidente Luis Abinader, el 2024 tiene la particularidad de que fue el año donde el jefe de Estado cerró un mandato para comenzar otro, y tanto en el primero como en el segundo, con tan sólo 4 meses de iniciado, resulta evidente el interés del líder perremeista en dejar un legado marcado con su propio sello.

Con una reforma constitucional en su curriculum, para la posteridad, las presentes y futuras generaciones tendrán que hablar de la Constitución de Abinader, su teleférico y su monorriel.

Y como si fuera poco, ya trazó las metas priorizadas de su segundo cuatrienio 2024-2028, en el marco de su estrategia nacional Meta RD-2036, donde se destaca elevar la esperanza de vida a 77 años, alcanzar los 14 millones de turistas, reducir la tasa de muertes por accidentes de tránsito a menos de 20 por cada cien mil habitantes, convertir la escuela en el centro de desarrollo de las comunidades, reducir la pobreza al 15% y llevar el 50% de la población dominicana a un nivel de clase media.

En medio de los ataques que recibe su gestión desde la oposición, sobre todo por lo que sus oponentes definen como promesas incumplidas, el jefe de Estado logró en el 2024 reunir un grupo de ecologistas y a través de Ministerio de Medio Ambiente, firmar en el Palacio Nacional un acuerdo para conservar las áreas protegidas de República Dominicana.

A pesar de las críticas de quienes les reclaman mayores inversiones, el presidente Abinader dejó en operación, en enero, la primera etapa del muelle de Cabo Rojo, en Pedernales, con la llegada de un crucero cargado de turistas, una obra que, según la oposición, fue inaugurada a medio talle.

Antes de que finalizara el primer mes del año, el 25 de enero, el presidente también inauguró el embalse de la presa de Monte Grande y anunció una licitación para las obras complementarias.

En febrero, y a un costo superior a los 900 millones de pesos, el gobierno entregó la extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD-, en Bani, y el 17 de abril puso en operación un teleférico de 4 kilómetros y 4 estaciones en Santiago.

El 8 de mayo, el presidente Abinader recibió en Washington el premio Chairmans Award For Leadership in the Americas, y el 27 de ese mismo mes se reunió con el Papa Francisco en El Vaticano, luego con el presidente de Italia, Sergio Matarella, en Roma, y al día siguiente con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, en Lisboa.

El 7 de junio, mediante el decreto 311-24, el Poder Ejecutivo declaró zona de desastre la región del Cibao, donde lluvias, vientos y tornados destruyeron miles de tareas de tierra sembradas de plátanos, guineos, yuca, maíz y otros rubros, ocasionando además cuantiosos daños al tendido eléctrico, acueductos, carreteras y otras infraestructuras.

El 16 de ese mismo mes el presidente Luis Abinader concluyó en Suiza su participación en la cumbre por la paz en Ucrania, una cumbre sin colorido donde solo asistió una de las partes envueltas en el conflicto. Los resultados fueron nulos, pero el turismo de estado fue abundante.

En julio, Abinader inauguró un muelle auxiliar de 270 metros en Montecristi, con una inversión de 13 millones de dólares, construido por el Estado para que los dueños de la termoeléctrica Manzanillo Power Land reciban los equipos y materiales de construcción de la planta a través de esas facilidades marítimas. El gobierno le regala el muelle y ellos les venderán la luz al Estado.

En agosto, el presidente de la República puso en funcionamiento la primera etapa del Monorriel de Santiago.

También en agosto, la República Dominicana, a través del Ministerio de Turismo, firma con Estados Unidos un acuerdo de cielos abiertos, y el 6 de septiembre el presidente Abinader recibe en palacio al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, con quien analiza la crisis de Haití, las relaciones bilaterales y otros temas de interés para ambos países.

El 13 de ese mes la Administración Federal de Aviación Civil de los Estados Unidos ratifica la categoría UNO a República Dominicana, luego de pasar la inspección y cumplir con los estándares de seguridad operacional de vuelos y más adelante firmó un acuerdo con la NASA para la exploración espacial, en busca de atraer inversiones de empresas satelitales.

El 25 de septiembre, Luis Abinader asiste a la 79 Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, donde advierte a la Comunidad Internacional que tomará medidas drásticas para proteger el territorio dominicano si fracasa la misión de paz de la ONU en Haití y dos semanas más tarde, para hacer frente al incremento de la migración haitiana, pone en marcha un plan de repatriación que incluye la deportación de  hasta 10 mil extranjeros por semana.

Con el plan en marcha entran en crisis los sectores agrícola y construcción, afectados por la falta de mano de obra haitiana.

El 28 de octubre, acorralado por los ataques procedentes de diversos sectores, renuncia de la Dirección de Alianzas Público-Privadas el cívico Carlos Pimentel, quien le aceptó el cargo al presidente Abinader, a pesar de que ya se desempeñaba como director de Contrataciones Públicas, lo que le generaba evidentes conflictos de intereses.

El 10 de noviembre, Abinader juramenta en Gaspar Hernández los primeros mil 16 agentes policiales formados bajo el proceso de reforma de la Policía Nacional, y una semana después, en medio del escándalo por los millonarios alquileres de locales donde operan instituciones del Estado, trasciende que el gobierno pagó más de 3 mil 125 millones de pesos en renta de edificios, oficinas y almacenes.

También en noviembre, Luis Abinader recibió la visita del primer ministro de VietNam, Pham Minh Chinh, con quien firmó varios acuerdos de colaboración mutua entre ambos países.

Ya en diciembre, el día 2, el presidente anunció en Herrera la construcción del teleférico de Santo Domingo Oeste, con una inversión de 250 millones de dólares, con capacidad para movilizar 4 mil 500 pasajeros por hora.

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Pocos días después viajó a Qatar, donde se reunió con el Emir qatarí, Tamim bin Hamad Al Thani, interesado en invertir en la República Dominicana.

A su regreso de Qatar, ya recesaba LA Semanal, el encuentro que cada lunes sostiene el mandatario con la prensa, en el Palacio Nacional, donde desfilan los funcionarios, de acuerdo al tema a desarrollar.

Sin embargo, el jefe de Estado se mantiene en últimos días de diciembre, de almuerzo en almuerzo, con las diferentes entidades e instituciones, inclusive en el interior.

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