NACIONES UNIDAS.-El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha puesto el foco en «la magnitud» de la crisis humanitaria y de seguridad que atraviesa Haití y ha solicitado de manera urgente «más financiación y una respuesta sólida y coordinada» para continuar asistiendo a los niños, el sector más afectado –junto a las mujeres– por la creciente violencia en el país.
Desde UNICEF han subrayado que más de 42.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares –algunas de ellas por segunda o tercera vez–, «incluso en barrios antes considerados seguros», en busca de una mayor seguridad, y que estos desplazamientos han traído consigo «la interrupción de servicios esenciales» para familias enteras.
En este «cambiante escenario de emergencia», el organismo ha insistido en la necesidad de «más apoyo» tanto por parte del propio UNICEF como de sus socios, para «llevar esperanza y alivio a los niños y las familias de Haití» durante la que ha calificado como «una de las crisis humanitarias y de seguridad más difíciles que ha afrontado el país en los últimos años».
El propósito inicial del fondo es proporcionar «asistencia inmediata en los campos de desplazados y los barrios más pobres mientras diseñan un plan de recuperación a mediano y largo plazo».
No obstante, ha agregado, factores como «la violencia armada, las carreteras bloqueadas y la escasez de combustible» están obstaculizando la distribución de ayuda «vital» sobre el terreno «al reducir la movilidad del personal humanitario».
Así las cosas, UNICEF y sus socios han recurrido a «medios alternativos como el transporte marítimo y aéreo para llegar a los necesitados», aunque «las operaciones de socorro presentan aún grandes desafíos dada la situación de seguridad inestable e impredecible que impera en Haití».
En este contexto, junto al abastecimiento de agua potable y alimentos, la agencia de Naciones Unidas ha incorporado como un elemento fundamental de su ayuda el ofrecimiento de «apoyo psicológico y protección a los niños no acompañados» a fin de «evitar el reclutamiento de niños por los grupos armados», que ha aumentado un 70 por ciento en el último año.