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Presidente de federación colombiana y su hijo entre 27 arrestados tras caos en final de Copa América

MIAMI (AP).-El presidente de la federación colombiana de fútbol y su hijo figuran dentro de las 27 personas que fueron arrestadas durante el caos que se desató el domingo durante la final de la Copa América entre Argentina y Colombia, informó el lunes la policía.

Ramón Jesurún y su hijo Ramón Jamil Jesurún fueron detenidos tras el término del encuentro en el Hard Rock Stadium y fueron imputados, dijo el detective de la policía de Miami-Dade Andre Martin a The Associated Press. Martin no divulgó los cargos.

Padre e hijo afrontan tres cargos de agresión a una persona tras ser acusados de pelearse con múltiples guardias de seguridad el domingo.

Según consignó el informe de los arrestos, ambos hombres intentaron ingresaron al campo de juego a través de un túnel donde los periodistas estaban congregados tras el partidos. Fueron frenados por la seguridad y los dos "se enojaron y empezaron a gritarle” a un agente por la demora. El altercado físico se tornó físico y el guardia de seguridad puso una de sus palmas de la mano abierta sobre el pecho del hijo de Jesurún para que retrocediera. En ese momento, el padre dio un paso adelante, enfrentó al agente y lo empujó, indica el reporte.

Añadió que el hijo enfrentó físicamente al agente, “lo agarra por el cuello y lo tira hacia el suelo” e inmediatamente después “da dos golpes que impactan al agente, que permanecía tendido de espaldas en el suelo. Luego lo “pateó en la cabeza”, explica. Padre e hijo fueron arrestado pasada la medianoche.

La Federación Colombia de Fútbol no respondió de inmediato el lunes a una solicitud de comentarios de AP.

Jesurún, de 71 años, ha fungido como presidente de la federación desde 2015 y es vicepresidente de la CONMEBOL, el ente rector del fútbol sudamericano a cargo de organizar la Copa América. También es miembro del Consejo de la FIFA.

En 2020, Jesurún se vio envuelto en una investigación denominada en Colombia como el “cartel de boletería” que consistió en un presunto acuerdo ilegal entre la federación y empresas de venta de boletería para limitar la competencia por el contrato de la comercialización de la boletería para los partidos de fútbol de la selección en las eliminatorias para el Mundial Rusia 2018.

La Superintendencia de Industria y Comercio — encargada de vigilar a las empresas en Colombia — multó en el 2020 a la federación y más de una decena de personas, entre ellas a Jesurún, a pagar miles de dólares. Jesurún apeló la decisión buscando que quede sin efecto la sanción administrativa y se mantuvo en su cargo directivo.

En un comunicado difundido el lunes, la CONMEBOL lamentó los incidentes en el que múltiples aficionados intentaron ingresar al estadio sin entrada, socavando el brillo de la final.

Los cuestionamientos por lo ocurrido persistían, en particular sobre cómo los hinchas pudieron entrar eventualmente a un recinto que será escenario de partidos del Mundial de 2026, sin tener que pasar por los controles de seguridad.

“Ante esa situación, CONMEBOL estuvo sujeta a las decisiones que tomaron las autoridades del Hard Rock Stadium, acorde a las responsabilidades contractuales, establecidas para la operación de seguridad”, dijo el ente sudamericano. "Además de las disposiciones determinadas en dicho contrato, CONMEBOL recomendó a dichas autoridades los procedimientos probados en eventos de esta envergadura, los cuales NO fueron tomados en cuenta.

El Hard Rock Stadium señaló que la seguridad fue una responsabilidad compartida entre los administradores del estadio, la CONMEBOL, la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) y la policía local para redoblar el dispositivo de seguridad con respecto al protocolo habitual para otros evento en el estadio.

Ello incluyó “duplicar el personal”, según dijo un portavoz del estadio en un comunicado divulgado la noche del domingo. La policía de Miami-Dade informó que más de 800 agentes fueron movilizados para la final. Además de los arrestados, 55 personas fueron expulsados del sitio, añadió.

La escena fue caótica pocas horas antes del inicio del partido por el campeonato, programado para las 8 de la noche.

Por la fuerza, los hinchas saltaron las rejas de seguridad y pasaron corriendo junto a los oficiales de policía y los asistentes del estadio, algunos histéricos mientras buscaban a las personas con las que acudieron.

Como resultado, el estadio sufrió daños significativos. Videos e imágenes publicadas en redes sociales mostraban las barandillas laterales de una escalera mecánica destrozadas dentro del estadio, con zapatos, latas de refrescos, anteojos y prendas de vestir en el suelo. Las rejas de seguridad en un puesto de control en la entrada suroeste del estadio se doblaron mientras miles de personas, incluidos niños llorando, las empujaban.

El estadio en Miami Gardens, Florida, sede de los Dolphins de la NFL, albergará siete partidos del Mundial de 2026, incluyendo uno de cuartos de final y el cotejo por el tercero puesto.

La FIFA organiza el Mundial y es una organización que está al margen de lo que hace la CONMEBOL. La FIFA rige por encima de 200 federaciones miembros que están bajo el paraguas de entes regionales como la CONMEBOL.

La FIFA no respondió de inmediato a una solicitud de The Associated Press sobre los problemas de seguridad y cómo va a prevenir que algo similar se produzca en 2026.

El abogado Steve Adelman, experto en control de multitudes y vicepresidente Safety Alliance, dijo que los organizadores en el Hard Rock no supieron entender que la final del domingo iba a convocar a hinchas desesperados de ver a sus selecciones, algunos dispuestos a irrumpir por la fuerza.

“Era un partido entre hinchas de dos naciones rivales de Sudamérica era lo más fervoroso que se podía tener”, indicó.

Adelman mencionó que los organizadores debieron haber tomado nota de lo ocurrido en la final de la Eurocopa de 2021 en el estadio Wembley de Londres, donde hinchas ingleses sin entradas entraron por la fuerza para ver el partido de su selección contra Italia. Los desmanes dejaron un saldo de 19 heridos y 53 arrestos. En 1989, 97 murieron aplastadas en un partido de la liga inglesa cuando hinchas lograron irrumpir por la fuerza al estadio.

“Desafortunadamente, el fútbol internacional ha estado marcado por este tipo de conducta agresiva por parte de las aficiones", comentó Adelman. “Esta conducta no es la deseable, no es la mejor, pero era lo que se esperaba… Necesitaban un plan para la multitud que se iba a presentar, no para la multitud que deseaban tener".

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