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En 90 minutos Trump y Biden establecieron sus diferencias sobre aborto, guerra en Ucrania, conflicto en Medio Oriente y la situación económica en EE.UU

Agencias.-El presidente estadounidense Joe Biden, quien aspira a la reelección, y su antecesor Donald Trump, protagonizaron un tenso debate, durante una hora y media, en el que quedaron expuestas sus profundas diferencias en la agenda doméstica y en la política exterior.

El demócrata Biden y el republicano Trump, antagonistas perpetuos, fueron fieles a su base electoral y a sus ideas personales, en una confrontación pública que no arrojó ventajas decisivas, ni para uno, ni para el otro candidato presidencial.

La batalla que han mantenido durante más de cuatro años a la distancia, se evidenció cuando no se dieron la mano cuando se encontraron en el estudio de la CNN, donde primero llegó el presidente de los Estados Unidos, y a continuación su antecesor. Se miraron de reojo, y nada más.

Al final, la historia se repitió como un hábito político, cuando por un instante las luces del estudio, Biden y Trump evitaron el saludo protocolar y se ignoraron mutuamente.

Previo, durante el debate, cuando Biden hablaba, Trump sonreía y gesticulaba. Y si era el turno del candidato republicano, su adversario lo miraba de costado y sonreía para desaprobar cada una de sus palabras. Los dos respetaron las reglas de juego, no agraviaron a los periodistas Dana Bash y Jake Tapper, y no tomaron una gota de agua cuando estuvieron al aire.

El debate se inició con una pregunta de Tapper a Biden sobre la economía y el presidente defendió su programa de gobierno, mientras que Trump aseguró que la inflación está fuera de control. Fueron miradas opuestas, en un tema clave que se repetirá hasta los comicios del 5 de noviembre.

Aborto

El segundo cruce entre Biden y Trump fue sobre el aborto. Cada uno habló a sus electores, pero el candidato republicano se mostró más indulgente sobre este derecho, que fue limitado por ciertos miembros de la Corte Suprema designados durante la administración Trump.

“La situación en la frontera ha resultado en numerosas muertes y crímenes cometidos por inmigrantes ilegales”, aseguró Trump durante el debate.

Biden desmintió esa afirmación y aseguró que la migración había bajado un 40 por ciento desde la implementación de sus últimas medidas.

“No hay datos que respalden lo que dijo. Una vez más, está exagerando”, dijo el presidente de los Estados Unidos.

Como sucedió con la discusión del aborto y la economía, Biden y Trump desplegaron sus argumentos sobre migración y ninguno tropezó. Se dirigieron a su público electoral con un tono amplio para tratar de sumar al voto independiente.

La tensión política alcanzó su cenit cuando Biden acusó a Trump de delincuente y Trump le solicitó que se hiciera un análisis cognitivo para determinar si la edad afecta su toma de decisiones como jefe de Estado.

“La única persona en este escenario que es un delincuente convicto es el hombre al que estoy mirando ahora mismo. Y el hecho es que lo que él está diciendo simplemente no es verdad”, sostuvo el presidente demócrata.

“Yo tomé dos pruebas cognitivas, y las aprobé como saben. Él (por Biden) no tomó ninguna. Me gustaría verlo tomar una, solo una, una realmente fácil, como pasar las primeras cinco preguntas. No podría hacerlo”, opinó el expresidente republicano.

Este tramo del debate fue clave para Biden. Su estrategia electoral es demostrar que Trump es un peligro para la democracia, alegando que tuvo vinculación con el asalto al Capitolio y que fue condenado por haber cometido 34 casos de corrupción vinculados a una porno star.

Trump también resultó beneficiado en este capítulo del debate. Su objetivo de siempre es asegurar que la edad de Biden funciona como una bomba de tiempo que se volvería a instalar en la Casa Blanca, si triunfa en los comicios del 5 de noviembre.

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