El sello espectacular se hizo sentir en la puesta en escena al aire libre de la productora de teatro Gianni Paulino, armonía visual, calidad actoral, texto rico en matices y las emociones del público se confluyeron para hacer vivir una noche para recordar.
Sin escatimar recursos escénicos, la obra de teatro autoría del español Santiago Moncada, se presentó con un despliegue de buenas actuaciones, y un público ávido de disfrutar de actividades artísticas después de meses de encierro debido a la pandemia.
Llegar al Mecenas-Centro Cultural Mirador, activaba en el espectador una sensación de libertad con una hora determinado para el disfrute, antes de las 9:00 pm, hora del toque de queda impuesto por las autoridades, debía estar en su casa.
Y ahí estábamos, esperando vivir una experiencia nueva, teatro al aire libre diferenciado del teatro de calle o callejero, la distancia se hizo abismal cuando salió desde el público la bien reconocida actriz Elvira Taveras en el papel de Hortensia; madre abnegada, esposa entrañable y una mojigata que nos va invitando a entrar en su mundo a través de una conversación coloquial y con cierto guiño de envidia y admiración por sus otras compañeras. Las actrices son presentadas al espectador como las cartas con las que jugará su directora, Germana Quintana, para llevarnos a ser testigo de un encuentro de 4 amigas que se reúnen después de 25 años de haber estudiado juntas en el Colegio Sagrado Corazón.
Sentado como uno entre tantos, salte en el asiento cuando Luisa, el personaje que caracteriza Gianni Paulino, entró a escena al ritmo del tema musical ¨Because I´m Happy¨ y desde entonces sus ocurrencias, desinhibiciones y extravagancias ganaron las carcajadas del público, al verla moverse como gacela libre y espontánea en el escenario. Por lo que les cuento… Elena caracterizada por la talentosa Giamilka Román, a quién vimos en la obra ¨Big Capital¨, se distancia de la banquera para convertirse en la dama de sociedad, esposa de un marido adinerado y frío en la cama, se pasea como anfitriona de este encuentro, lleva su personaje con naturalidad, y sin ser mujer, aseguro que logra la identificación de un público femenino que en ella se ve bien representada.
Y el cuarto personaje es oscuro, maquiavélico, vulnerable y exquisitamente representado por Lidia Ariza como Carlota.
Hacer teatro es la Repúblico Dominicana es una labor titánica, hacer teatro en tiempo de pandemia, es heroico, hacer teatro al aire libre con pronóstico de lluvia es enloquecer, por lo que encontrarnos viendo una obra de teatro cuyo techo era el cielo, riendo a carcajadas debajo de una mascarilla que nos protegía, nos llenó de optimismo hacía el futuro y la esperanza de que volveremos a la normalidad.
Pero, volvamos a la escena teatral, un escenario de terraza de casa adinerada, bien iluminada y ornamentada con el verdor de las plantas naturales que emergen del acantilado de mirador sur, y las mimosas, bebidas con la que las amigas de infancia recuerdan su famoso brindis; sexo, lujo y placer. Y esa frase cobra singular significación a medida que se despliega el contenido de este thriller teatral, que pasa de una conversación inicial a casi un duelo de vida o muerte, poniendo en evidencia el mundo interior de estas cuatro mujeres, cuyos roles fueron determinados por las decisiones que tomaron en sus vidas, como en la de todos nosotros.
El autor de esta obra, Santiago Moncada, con un aire misógino parecería querer quitarle a la mujer el velo de débiles, de sufridas, de víctimas que ha caracterizado al sexo femenino por siglos, y las muestras como empoderadas, estratégicas, libres sexualmente y capaces de manejarse en un mundo liderado por los hombres.
La obra de teatro, no solo es un ¨enhorabuena¨, es una excelente puesta en escena, dialógos arrancados de la organicidad actoral de una Elvira Taveras, que demuestra nuevamente sus 4 décadas en las tablas, al adueñarse del escenario para representar a una mujer débil ante la bebida y ante los traspieses de su vida, a medida que desfallece como personaje se crece como actriz, para arrancarnos las risas provocada por su tragedia humana.
Giamilka Román y Lidia Ariza, se enfrentan ¨cara a cara¨, esposa y amante, una escena candente, llena de pasión e intriga, ante el beso que promete y que deja boquiabierto a los espectadores y que yo no les voy a contar.
Y al final, me quito el sombrero si lo tuviera, para el A del juego de carta, Gianni Paulino, abanderada de la libertad sexual, promiscuidad para muchos, esta actriz nos destapa la doble moral de la sociedad, nos enfrenta a nuestros prejuicios, y falsos valores para mostrar con auténtica sinceridad actoral que no siempre somos lo que aparentamos y eso si se lo voy a decir, ella no es la culpable.
¨Mimosas¨, más que la combinación de jugo de naranja, triple seco y la cava o champagne de su preferencia, es la obra de teatro que usted debe ver ahora, porque es buena en todos los sentidos.
Por: Francisco Mena
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